El presidente de Irán también acusó al Organismo Internacional de Energía Atómica de ser una marioneta en manos de Estados Unidos, hecho que en su opinión le resta credibilidad
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, criticó este martes con dureza al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y advirtió de que ninguna propuesta detendrá la carrera nuclear de su país.
En una rueda de prensa ofrecida en el palacio presidencial, en el sur de la capital, el mandatario acusó, asimismo, al citado organismo internacional de ser una marioneta en manos de Estados Unidos, hecho que en su opinión le resta credibilidad.
"Como ya he indicado en varias ocasiones, estamos preparados para mantener un diálogo con las grandes potencias y llegar a un acuerdo. Pero también he dicho antes que la cuestión nuclear es como un tren, sin frenos y sin marcha atrás, lo que significa que no habrá compromiso", recalcó.
"Técnicamente, avanzamos muy rápido. Las centrifugadoras funcionan, algunas nuevas ya están en camino y continuamos con nuestros experimentos, todo ello con el esfuerzo de expertos de nuestro país", agregó.
Ahmadineyad respondía así a un reciente informe presentado pro el secretario general del OIEA, Yukiya Amano, en el que se recalca que existen sospechas de que Irán ha mantenido su actividad nuclear secreta con fines bélicos hasta al menos 2010.
"Creo que ese tipo de posiciones no son dignas del director general del OIEA. Se mueve en un camino que socava la credibilidad de la agencia. Las posiciones políticas no deben influir en el trabajo de la agencia, ellos reciben ordenes de EE UU", contestó el mandatario.
Ahmadineyad reveló, igualmente, que durante su reciente viaje a Estambul le había pedido al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon que recomiende a Amano que trate el tema nuclear de Irán como el de Japón.
"Los niveles de radiación declarados en Japón por el OIEA son dos veces inferiores a la realidad. Si de verdad buscan la realidad, deben admitir el correcto porcentaje de radiación", subrayó.
A este respecto, el controvertido presidente iraní insistió en que su país se ciñe a las normas internacionales y coopera totalmente con la OIEA, pero que el conflicto tiene una vertiente política cuyo único objetivo es perjudicar al país para evitar su progreso.
"En lo que se refiere a la cuestión política, sí tenemos un problema porque la otra parte no hace más que buscar excusas para dañar la imagen de Irán alegando que buscamos la bomba atómica, lo que no es cierto", apostilló.
Gran parte de la comunidad internacional, con Estados Unidos e Israel a la cabeza, acusan a Irán de ocultar, bajo su programa nuclear civil, otro de naturaleza clandestina y aspiraciones bélicas cuyo objetivo sería adquirir armas atómicas, alegación que Teherán refuta.
El diálogo entre el régimen iraní y el 5+1 se interrumpió el pasado mes de enero en Estambul, tras meses de gran tensión entre las dos partes.
Irán rechazó en noviembre 2009 un plan de EE UU, Rusia y el Reino Unido para intercambiar su uranio a 3,5% por combustible enriquecido a 20%, que dice necesitar para mantener en marcha su reactor civil en Teherán.
Tres meses después, en febrero de 2010, Ahmadineyad anunció que su país había hecho caso omiso a las advertencias internacionales y había comenzado a enriquecer uranio a 20% por sus propios medios.
En julio de ese mismo año, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó de una forma unánime una nueva ronda de sanciones al régimen iraní, que según responsables estadounidenses podrían ampliarse en breve.
En una rueda de prensa ofrecida en el palacio presidencial, en el sur de la capital, el mandatario acusó, asimismo, al citado organismo internacional de ser una marioneta en manos de Estados Unidos, hecho que en su opinión le resta credibilidad.
"Como ya he indicado en varias ocasiones, estamos preparados para mantener un diálogo con las grandes potencias y llegar a un acuerdo. Pero también he dicho antes que la cuestión nuclear es como un tren, sin frenos y sin marcha atrás, lo que significa que no habrá compromiso", recalcó.
"Técnicamente, avanzamos muy rápido. Las centrifugadoras funcionan, algunas nuevas ya están en camino y continuamos con nuestros experimentos, todo ello con el esfuerzo de expertos de nuestro país", agregó.
Ahmadineyad respondía así a un reciente informe presentado pro el secretario general del OIEA, Yukiya Amano, en el que se recalca que existen sospechas de que Irán ha mantenido su actividad nuclear secreta con fines bélicos hasta al menos 2010.
"Creo que ese tipo de posiciones no son dignas del director general del OIEA. Se mueve en un camino que socava la credibilidad de la agencia. Las posiciones políticas no deben influir en el trabajo de la agencia, ellos reciben ordenes de EE UU", contestó el mandatario.
Ahmadineyad reveló, igualmente, que durante su reciente viaje a Estambul le había pedido al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon que recomiende a Amano que trate el tema nuclear de Irán como el de Japón.
"Los niveles de radiación declarados en Japón por el OIEA son dos veces inferiores a la realidad. Si de verdad buscan la realidad, deben admitir el correcto porcentaje de radiación", subrayó.
A este respecto, el controvertido presidente iraní insistió en que su país se ciñe a las normas internacionales y coopera totalmente con la OIEA, pero que el conflicto tiene una vertiente política cuyo único objetivo es perjudicar al país para evitar su progreso.
"En lo que se refiere a la cuestión política, sí tenemos un problema porque la otra parte no hace más que buscar excusas para dañar la imagen de Irán alegando que buscamos la bomba atómica, lo que no es cierto", apostilló.
Gran parte de la comunidad internacional, con Estados Unidos e Israel a la cabeza, acusan a Irán de ocultar, bajo su programa nuclear civil, otro de naturaleza clandestina y aspiraciones bélicas cuyo objetivo sería adquirir armas atómicas, alegación que Teherán refuta.
El diálogo entre el régimen iraní y el 5+1 se interrumpió el pasado mes de enero en Estambul, tras meses de gran tensión entre las dos partes.
Irán rechazó en noviembre 2009 un plan de EE UU, Rusia y el Reino Unido para intercambiar su uranio a 3,5% por combustible enriquecido a 20%, que dice necesitar para mantener en marcha su reactor civil en Teherán.
Tres meses después, en febrero de 2010, Ahmadineyad anunció que su país había hecho caso omiso a las advertencias internacionales y había comenzado a enriquecer uranio a 20% por sus propios medios.
En julio de ese mismo año, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó de una forma unánime una nueva ronda de sanciones al régimen iraní, que según responsables estadounidenses podrían ampliarse en breve.
Noticia en http://movil.el-nacional.com/n.php?id=213008
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