El Kremlin nunca renunciará a Siria, ya que se trata de su último aliado en Oriente Medio, aseguró hoy Borís Dolgov, arabista e historiador de la Academia de Ciencias de Rusia.
"Es una cuestión de prestigio y de influencia. Siria es el último aliado que le queda a Rusia en Oriente Medio", señaló Dolgov, quien acaba de regresar de una visita al país árabe.
Dolgov subraya que Moscú no tiene más remedio que resistirse a la presión occidental "si quiere seguir siendo considerada una potencia mundial".El primer ministro, Vladímir "Putin es ahora quien delinea la política exterior en el tándem con el presidente Dmitri Medvédev. Rusia nunca aprobará una resolución contra (el líder sirio, Bashar al) Asad".
"Desde tiempos soviéticos los lazos entre Moscú y Damasco son muy fuertes. Hay muchos intereses económicos y militares. Además, existen numerosas familias mixtas", apuntó.
Siria ha comprado en los últimos años armas rusas por valor de varios miles de millones de dólares, aunque Moscú asegura que todo ese armamento es exclusivamente defensivo y no altera el equilibrio de fuerzas en la región.
Al respecto, el Gobierno ruso reconoció que debido a la intervención occidental en Libia y el derrocamiento de Muamar el Gadafi, perdió más de 4.000 millones de dólares en contratos de armas.
El experto opina que la cooperación entre Moscú y Damasco es más estrecha que la que Rusia tiene con Irán, que es más pragmática y coyuntural.
"Los contactos datan de tiempos soviéticos, pero la cooperación se ha reforzado. Recordemos la base naval en el puerto sirio de Tartus", dijo.
Rusia rehabilita actualmente la base que la Armada soviética tuvo durante décadas en Tartus para que pueda
recibir cruceros y portaaviones, y así regresar al Mediterráneo, coto privado durante las últimas dos décadas de la VI Flota estadounidense.
Por otra parte, Dolgov acusó a Occidente de declarar "la guerra informativa" a Damasco al exagerar el ánimo de protesta contra el régimen de Asad.
"En enero estuvimos de visita en Damasco y en otras ciudades y no vimos ninguna manifestación de protesta opositora contra Asad. Lo que sí hemos visto es acciones terroristas y subversivas cometidas por organizaciones extremistas e islamistas", apuntó.
Dolgov cifra en unos 3.000 los civiles muertos y en 2.000 las bajas en el Ejército y las fuerzas de seguridad durante los violentos disturbios en Siria.
"Fuimos a un hospital militar y casi todos los soldados heridos habían recibido disparos de bala. Si Asad fuera derrocado y los islamistas tomaran el poder, eso amenazaría la estabilidad de todo Oriente Medio, incluido Israel", dijo.
Además, aseguró que el Consejo Nacional Sirio y el resto de organizaciones opositoras en el exilio no representan a la sociedad siria.
"La oposición interna y la mayoría de sirios lo que quieren es que se restablezca la seguridad. Además, apoyan las reformas anunciadas por Asad y el referéndum constitucional. La discrepancia radica en si el partido gobernante debe conservar el monopolio del poder", insiste.
En cuanto a la situación económica, Dolgov reconoce que el paro es entre el 20 y el 30 por ciento, pero que esta cifra es menor que en países donde se han producido revoluciones árabes, como Egipto o Túnez.
"Eso no quiere decir que Siria sea una sociedad ideal. Falta libertad y existen muchos problemas de falta de oportunidades entre la juventud", sentenció.EFE
fuente http://www.aurora-israe
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